Me llamo Ester Álvarez Fernández y soy Inspectora de Educación de la Generalitat Valenciana. Y no, no soy la chica de la foto, aunque hay algo que me encanta en su actitud 😉
Ser Inspectora de Educación es un orgullo y un privilegio.
Un orgullo porque la Inspección de Educación es un cuerpo de la administración cuya principal razón de ser es la mejora del sistema educativo.
Como decía Antonio Gil de Zárate en el preámbulo del Decreto firmado por Bravo Murillo en 1849, decreto fundacional de la Inspección de Educación, la función de los Inspectores, es aportar la información necesaria, desde su experiencia cualificada, para mejorar el sistema en todos sus aspectos: la puesta en práctica de lo que regula en la normativa, claro, pero también la organización de los centros o el ejercicio de la propia práctica docente en las aulas.
«Sin los Inspectores la administración nada ve, nada sabe, nada puede remediar».
Antonio Gil de Zárate.
Además es un privilegio, porque te permite tener una visión de los centros educativos, y del propio sistema, muy amplia. Te da la oportunidad, y de hecho te obliga, a seguir aprendiendo cada día: de normativa, de gestión de centros, de metodologías, de recursos para conseguir una escuela más inclusiva, más igualitaria, más equitativa.
Parte de ese aprendizaje está recogida en este blog.
También participo en la Asociación de Inspectoras e Inspectores para una nueva Educación, Insnovae, porque creo que la Educación necesita adaptarse e innovar para dar respuesta a las necesidades del siglo XXI, y por supuesto, una escuela que mira al futuro necesita de una Inspección que también esté mirando al futuro. Si te interesa leer sobre cómo ve la educación una Inspección actual te remito a su blog.
Coordino, junto con otras personas, un inquieto grupo de innovación educativa recién nacido en Alicante dentro del proyecto Atlántida y una iniciativa de la Inspección de Educación de Alicante, la Red de centros/Xarxa 2030, una red para fomentar la implicación de los centros en el desarrollo de los objetivos de la Agenda 2030 en la que participan cerca de 200 centros educativos de todos los niveles de la provincia de Alicante.