10 Características de la tutoría inclusiva

Una escuela inclusiva necesita un tutor inclusivo. Aprende a serlo.

La tutoría es un factor de éxito en el sistema educativo, nadie lo discute, pero ¿sabes qué caracteriza a una tutoría inclusiva?

El papel del tutor es decisivo a la hora de diseñar un entorno educativo acogedor, estimulante, respetuoso; que cree las condiciones necesarias para que el proceso educativo se desarrolle con éxito, que resulte inclusivo porque tenga en cuenta las características y responda a las necesidades de todos y cada uno de los alumnos.

Una escuela inclusiva, que busca el éxito de todos sus alumnos, tiene que conocer muy bien las necesidades de cada uno de ellos para: adecuar la organización de los espacios y de los tiempos a dichas necesidades, elegir la metodología más adecuada; hacer accesibles todos los recursos y materiales, fomentar el sentimiento de pertenencia al grupo, colaborar con las familias, etc. etc.

Y en todo esto el papel del tutor es fundamental.

Y no te olvides de que aunque habitualmente es el especialista de Educación Primaria quien asume la tutoría de un grupo de la etapa, la acción tutorial es responsabilidad de todos los docentes de un centro.

Hoy vamos a centrar la atención en 10 aspectos que que te ayudaran a ejercer una tutoría inclusiva.

1. Cambia el enfoque. 

Para ejercer la tutoría inclusiva debes cambiar el enfoque, dejar de centrar la atención en lo que el alumno no puede hacer, en las dificultades o déficits que pueda tener, y empezar a analizar el entorno, piensa en cómo hay que cambiarlo para evitar que este suponga barreras para el alumno.

Mantén altas las expectativas sobre el rendimiento de todos y cada uno de tus alumnos.

Trabaja para crear un grupo donde todos los alumnos participen y tengan un sentimiento de pertenencia.

Utiliza las normas de aula y los valores transversales desde un enfoque inclusivo: asamblea de delegados, convivencia positiva, tutoría entre alumnos, mediadores para la resolución dialogada de conflictos, observadores de la convivencia, club de valientes, desarrollo emocional…

¿Todos tus alumnos se sienten parte del grupo?, ¿observas algún caso de rechazo o de dificultades de integración?, ¿cuidas de que todos tengan sus responsabilidades, posibilitas ocasiones en las que todos puedan ofrecer al grupo una imagen positiva de sí mismos?, ¿cómo se acoge a los recién llegados?, ¿todos tus alumnos se sienten aceptados, comprendidos, seguros, bienvenidos?

2. Aprende y domina la accesibilidad.

Hay que hacer accesibles el aula, y los recursos, y la información que se traslada.

Si el mundo fuera más accesible el efecto de la discapacidad se reduciría, a lo mejor no puedes cambiar el mundo pero sí que puedes empezar por hacer tu aula accesible.

En un aula accesible no solo el espacio, sino también los recursos y toda la información se diseña para que todos puedan utilizarla.

Cuida los cuatro tipos de accesibilidad: física, sensorial, cognitiva y emocional, juntos consiguen la accesibilidad universal.

Descubre y aplica el enfoque DUA a los procesos de enseñanza y aprendizaje.

¿Es tu aula accesible?, ¿cuentas con apoyos visuales para los alumnos que tienen dificultades con el lenguaje (imprescindibles si tienes algún alumno con TDAH o TEA en tu grupo)?, ¿pueden desplazarse sin problemas por el espacio?, ¿está adecuado el mobiliario, los aseos?, ¿pueden disponer de todos los materiales y recursos fácilmente?,

¿Tiene tu aula las condiciones visuales y auditivas adecuadas para las necesidades de tus alumnos?, ¿utilizas la lectura fácil para facilitar la comprensión de textos a los alumnos con dificultades de comprensión lectora?, ¿dispones de recursos manipulativos para alumnos con diferentes niveles de abstracción?, ¿tienes materiales didácticos con opciones múltiples de motivación, representación y expresión de la información?

3. La familia, tu mejor aliado.

Si conocer a tus alumnos es un punto de partida necesario para detectar sus necesidades y así poder darles una respuesta inclusiva, la familia es tu mejor aliado.

Planifica cómo llevarás a cabo esta coordinación con las familias para conseguir la confianza, cooperación y complicidad que contribuirán al éxito del alumno en su proceso de aprendizaje y al tuyo como tutor inclusivo 😉

Reuniones grupales trimestrales, tutorías individuales cuando sea necesario, vías de comunicación abiertas y variadas para poder conectar con todos: la agenda, la plataforma administrativa correspondiente, el mail, la vídeo conferencia… ¿por qué no?, cuando más cercana y bidireccional sea la comunicación más rica será la relación, y más fructífera.

Especialmente con los alumnos con necesidades más específicas, el conocimiento que los padres te aportarán te ayudará mucho más de lo que crees: qué le motiva, qué resulta un aliciente para él o ella, cómo responde a la exigencia, qué ayudas tiene en casa o si intervienen agente externos, cómo corrigen su comportamiento…

Sé respetuoso y sensible, las familias ponen toda su confianza en ti.

Y no te olvides de la confidencialidad de datos, los datos sobre salud y discapacidad requieren el más alto grado de protección.

4. La coordinación, tu arma secreta.

La escuela inclusiva no es un trabajo aislado, al contrario, es el resultado de la colaboración y coordinación de todo el profesorado que atiende a un grupo, y a cada uno de sus alumnos.

Como tutor tienes la responsabilidad de coordinar a todo el equipo de docentes que atiende a tu grupo, entre todos acordaréis las normas, la metodología, el proceso de enseñanza-aprendizaje, llevaréis el seguimiento del progreso académico y decidiréis los apoyos y refuerzos que puedan ser necesarios.

En el caso de los alumnos con necesidad específica de apoyo educativo o con necesidades educativas especiales la coordinación con los docentes especializados en Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje así como con otro personal especializado (educadores, fisios, intérpretes de lengua de signos, etc.) será esencial.

Entre todos diseñaréis el plan de intervención más adecuado en cada caso, donde cada uno tendrá su papel.

Los apoyos inclusivos, los desdobles o la docencia compartida serán algunas de tus estrategias favoritas para atender a tus alumnos de forma inclusiva.

No te olvides de la coordinación con los los agentes externos que también pueden tener intervención con algunos de tus alumnos: servicios sociales, mediadores culturales, técnicos de integración social, unidades de salud mental infantil y juvenil, gabinetes psicopedagógicos o cualquier otro.

5. Sé un docente creativo.

Utiliza metodologías que permitan la inclusión, materiales curriculares que promuevan la interacción, la colaboración y la cooperación; que ofrezcan diversos niveles de participación, opciones múltiples de motivación, representación de la información y expresión.

Como decíamos al principio el entorno puede limitar, poner barreras al alumno, o al contrario, puede facilitar que consiga sus objetivos.

Elige la metodología más adecuada en función de las necesidades de tus alumnos, busca lo que ellos necesitan y llévalo a tu aula, y siempre eligiendo entre estrategias avaladas por la investigación en educación:

  • Apoyo inclusivo o docencia compartida.
  • Aprendizaje cooperativo.
  • Aprendizaje entre iguales.
  • Grupos interactivos.
  • Aprendizaje por proyectos.
  • Comunidades de aprendizaje.

No te dejes llevar por actividades atractivas y luego buscas como implementarlas en el aula, el proceso debe ser al revés, piensa lo que necesitan tus alumnos y luego busca cómo lograrlo, y si puede darle un aspecto atractivo mejor 🙂

6. Lleva la enseñanza más allá del currículo.

Además del currículo ten en cuenta que tus alumnos deben desarrollar el pensamiento complejo, habilidades cognitivas que les faciliten la tarea de aprender.

Desarrollar hábitos de estudio, valorar el esfuerzo, desarrollar actitudes de autoeficacia en las posibilidades de aprender, el autocontrol, la autorregulación emocional… son también aprendizajes necesarios que debes planificar.

La metacognición es una herramienta imprescindible para controlar el propio proceso de aprendizaje, los alumnos con dificultades necesitan una atención directa para desarrollar estos aspectos.

El DUA y el Aprendizaje Accesible (DUA-A) analizan:

  • Implicación.
  • Feed-back.
  • Acceso a la información.
  • Procesamiento de la información.
  • Expresión del conocimiento.

Motivación, atención, aplicar estrategias de pensamiento, desarrollar las funciones ejecutivas, organización de las tareas, detectar las ideas principales y secundarias, organizar la información, sintetizar lo más importante, autoevaluar el trabajo con la ayuda de rúbricas, utilizar diferentes formatos para presentar la información… ¿lo ves?, no es tan difícil.

7. Trabaja por la Igualdad y la sostenibilidad

Un tutor inclusivo trabaja activamente para desarrollar los valores transversales con sus alumnos.

Consciente de que la igualdad es un objetivo y no siempre una realidad incorpora medidas para desarrollar la igualdad entre hombres y mujeres como punto de partida básico para conseguir una sociedad más igualitaria.

La eliminación de la violencia de género, el respeto por la identidades, culturas, sexualidades y su diversidad y la participación activa para hacer realidad la igualdad tienen que formar parte del día a día.

Fíjate en las alumnas de tu clase, en las relaciones entre chicos y chicas, en cómo participan, qué comentarios hacen sobre su propia capacidad, qué roles asumen, qué comentarios se escuchan, qué modelos tienen, qué imagen de sí mismos. 

Fomenta la toma de conciencia en estos aspectos y la reflexión necesaria para eliminar estereotipos y prejuicios discriminatorios.

Busca referentes y visibiliza la situación de las mujeres, ofréceles modelos de éxito, anímales a no poner límites a sus objetivos.

Desarrollar la conciencia de sostenibilidad en el alumnado deberá estar en la base de cómo nos planteamos la vida en el planeta, qué futuro queremos construir, qué hábitos debemos cambiar, cuáles deben ser nuestras prioridades.

¿Cuál es la huella de carbono de tu aula?, ¿se recicla, se evitan los plásticos de un solo uso, se trata de reducir el consumo energético, reducir los residuos, contaminar menos…?

¿Cómo se toman las decisiones, cómo se resuelven los conflictos, qué relaciones se establecen con el entorno? ¿Tienes una biblioteca Violeta en tu aula, y una Verde?

8. Be water (my friend).

Una enseñanza que busca la equidad necesita flexibilidad para adaptar las propuestas a diferentes necesidades para dar a cada uno lo que necesita para que todos puedan conseguir los objetivos del proceso de enseñanza.

Diseña tus unidades-proyectos-situaciones de aprendizajes de forma que incluyan actividades de refuerzo y ampliación para los que las necesiten y apoyos para los que tengan que ir alcanzando objetivos progresivamente. 

Utilizar la programación multinivel.

Presta atención a prevenir dificultades de aprendizaje de forma proactiva, si puedes actuar antes de que aparezcan habrás conseguido un logro.

Trata de que tus propuestas relacionen los aprendizajes escolares con las necesidades de tus alumnos, con la realidad de su entorno para que sean realmente significativas para tus alumnos.

Los proyectos, el aprendizaje servicio, los ambientes de aprendizaje… crean situaciones didácticas flexibles donde los alumnos pueden trabajar en las mismas tareas con diferentes responsabilidades, apoyos y resultados, pero sin excluir a nadie.

Fomenta la interacción y el aprendizaje cooperativo, crea situaciones en las que todos puedan alcanzar el éxito, no hay motivación más poderosa para avanzar en el aprendizaje.

Trabaja las habilidades sociales y comunicativas, mejorarás el clima del aula y las relaciones entre tus alumnos.

Haz que todo fluya 🙂

9. Implícate activamente en la compensación de desigualdades.

La compensación de desigualdades es un objetivo prioritario para la escuela pública.

Y un tutor inclusivo tiene que trabajar activamente para detectar e intervenir para compensar las desigualdades a las que se enfrentan sus alumnos.

Desde el trabajo transversal de la educación multicultural hasta las necesidades particulares de cada uno de los alumnos o de todo el grupo.

En primer lugar implícate en erradicar el absentismo, no hay situación más injusta y más perjudicial para los alumnos que el absentismo porque de hecho supone la privación del derecho a la educación.

Asegúrate de conocer el protocolo de absentismo de tu centro o localidad y colabora para incrementar la asistencia de tus alumnos, es el primer paso para el éxito escolar.

A continuación recoge información sobre otras necesidades determinadas por el entorno social o cultural en el que viven, por su situación económica, por las características de su familia o por cualquier otra situación que pueda requerir medidas de compensación.

Implementa o busca recursos complementarios si detectas necesidades de alimentación, de higiene, situaciones de desprotección o de intervención de servicios sociales. 

10. Evalúa inclusivamente (y no solo a los alumnos).

Un tutor inclusivo sabe que también la evaluación debe aplicarse de forma inclusiva.

¿De qué sirve diseñar un proceso de enseñanza inclusivo si luego aplicamos una evaluación dirigida solo a unos pocos?

Utiliza diferentes tipos de instrumentos de evaluación que te permitan comprobar si tus alumnos aprenden teniendo en cuenta sus dificultades: evalúa oralmente si tienen dificultades de expresión escrita, utiliza rúbricas si quieres valorar diferentes niveles de logro, adapta los exámenes, revisa los textos si tienen dificultad de comprensión lectora (la lectura fácil te ayudará a hacerlo de forma efectiva), dales más tiempo para hacer las tareas si su ritmo es más lento, utiliza el porfolio, los diarios de aprendizaje, las dianas de evaluación…

Si habías diseñado medidas para favorecer la inclusión de tus alumnos, para fomentar la igualdad, para adaptar el proceso de enseñanza también deberás evaluarlas para saber si están sirviendo a tus objetivos y si no hacer las modificaciones necesarias.

¿Han servido los apoyos para mejorar el aprendizaje?, ¿los recursos que he empleado han sido tan motivadores como esperaba?, ¿he conseguido mejorar el sentimiento de autoeficacia de mis alumnos?, ¿se han resuelto los problemas de integración detectados?, ¿se ha mejorado en la resolución dialogada de los conflictos?, ¿las adaptaciones propuestas han servido para que todos lograran el éxito?

Ningún proceso de enseñanza está completo sin esta evaluación orientada a la mejora.

En definitiva en una tutoría inclusiva, se trata de garantizar:

  • El acceso de todos los alumnos (presencia) a los recursos, la información, las propuestas de aprendizaje.
  • El éxito en el aprendizaje para todos.
  • La participación y el sentido de pertenencia al grupo de todos los alumnos.

Ten en cuenta que la inclusión es un derecho, que el foco debe cambiar de los alumnos a las barreras que puede imponer el contexto y que en este proceso la participación de toda la comunidad educativa es clave.

Y que tú, como tutor, tienes un papel protagonista en este proceso.


Más información sobre inclusión educativa:

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Ester Álvarez

Inspectora de Educación GVA. Convencida de que la Inspección es un factor de mejora del sistema educativo y de que la innovación es necesaria para adaptar la escuela a la sociedad del siglo XXI. Co-fundadora de la asociación de Inspectoras e Inspectores para una Nueva Educación, Insnovae. Coordinadora de la Xarxa 2030. Coordinadora del grupo Atlántida de Alicante.

2 comentarios en «10 Características de la tutoría inclusiva»

    • Hola Geli, yo lo veo factible, quizá lo que menos el aspecto de las metodologías, porque las que se emplean en infantil ya son activas, variadas y muy ricas. Así que yo creo que sí, son más que nada principios generales que hay que tener en cuenta en todas las etapas, no se trata de una enumeración exhaustiva de condiciones sino de aspectos sobre los que reflexionar y tener en cuenta que para que la intervención docente sea inclusiva.

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